LA CONVERSACIÓN NO ES SIMPLE BLA, BLA, BLA...
Conversar es una actividad connatural al ser humano, sin embargo, deben cumplirse ciertas reglas y condiciones para que sea exitosa. Por ejemplo, todos los hablantes deben poder hablar, ningún hablante tiene que adueñarse de la palabra. Conocer las normas que rigen la conversación es fundamental.
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La estructura de la conversación
Para que la conversación se desarrolle de un modo adecuado, es preciso que todos los interlocutores aporten y obtengan algo mientras hablan. Para ello todos deben tener la ocasión de expresarse dejando claras sus opiniones. El éxito de una conversación radica en que los participantes cooperen activamente: que cada uno de ellos aporte la información que se le pide y no otra, que sea verosímil y que se exprese con claridad.
La conversación suele presentar la siguiente estructura:
Apertura: Consiste en un saludo o una llamada de atención con los que se da inicio a la conversación. Ejemplo:
-¿Qué tal? ¿Qué te cuentas?
Orientación: En esta fase se introduce el tema o se orienta la conversación hacia él. Ejemplo:
-Oye, me han dicho que estás estudiando alemán...
Desarrollo: Está formado por las distintas intervenciones de los interlocutores en las que estos intercambian sus opiniones sobre el tema inicial y van introduciendo temas nuevos. Ejemplo:
-Sí, me he matriculado en una academia porque me lo piden en el trabajo...
Cierre: Es la parte final, en la que se da por concluida la conversación con alguna fórmula de despedida. Ejemplo:
-Bueno, a ver si nos vemos pronto. Cuídate.
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