OPINAR ES PRESENTAR TUS MEJORES RAZONES
Opinar no es sólo hablar o discutir sin fundamento. Tampoco lo es tomar partido de una manera terca y sorda por un punto de vista. Es, ante todo, sustentar una posición, defendderla con razones; saber escuchar a la contraparte y reflexionar acerca de su postura.
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Distingue entre premisas y conclusión. La “conclusión” es la afirmación a favor de la cual usted está dando razones; las afirmaciones mediante las cuales usted ofrece sus razones son llamadas “premisas”. Los argumentos se pueden utilizar como un medio de indagación, y se puede comenzar tan sólo como la conclusión que quiere defender, expónla con claridad, explícitamente, y pregúntate a tí mismo qué razones tienes para extraer esa conclusión. El primer paso al construir un argumento es preguntarse ¿Qué estoy tratando de probar? ¿Cuál es mi conclusión?
Presenta tus ideas en un orden natural, pon primero la conclusión seguida de tus propias razones, o expon primero sus premisas y extraiga la conclusión final. En cualquier caso expresa tus ideas en un orden tal que su línea de pensamiento se muestre de la forma más natural a sus lectores.
Parte de premisas fiables, si no estás seguro acerca de la fiabilidad de una premisa, puede que tengas que realizar una investigación, y/o dar algún argumento corto a favor de la premisa misma. Si no puedes argüir adecuadamente a favor de su(s) premisa(s), entonces, tienes que darte completamente por vencido y comenzar de otra manera.
Usa un lenguaje concreto, específico, definitivo, escribe concretamente, evita los términos generales, vagos y abstractos. Evita un lenguaje emotivo, no haga que su argumento parezca bueno caricaturizando a su oponente. Generalmente las personas defienden una posición con razones serias y sinceras. Trata de entender sus opiniones aun cuando piense que están totalmente equivocadas, y si usted no puede imaginar cómo podría alguien sostener el punto de vista que usted está atacando, es porque todavía no lo ha entendido bien. Evita el lenguaje cuya única función sea la de influir en las emociones de su lector u oyente, ya sea a favor o en contra de las opiniones que está discutiendo. El lenguaje emotivo predica sólo para el converso, pero una presentación cuidadosa de los hechos puede, por sí misma, convencer a una persona.
Usa términos consistentes. Usa un solo conjunto de términos para cada idea: los términos consistentes son especialmente importantes cuando tu propio argumento depende de las conexiones entre las premisas. Es importante que uses un único significado para cada término. La tentación opuesta es usar una sola palabra en más de un sentido: ésta es la falacia clásica de la “ambigüedad”. Una buena manera de evitar la ambigüedad es definir cuidadosamente cualquier término clave que introduzcas: luego, ten cuidado de utilizarlo sólo como lo has definido. También puedes necesitar definir términos especiales o palabras técnicas.
¡JUEGA, DIVIERTETE Y PRÁCTICA LA ARGUMENTACIÓN!
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